lunes, 18 de mayo de 2009

La Punta


Sábado 11 de abril al mediodía, La Punta lucía serena y tranquila como de costumbre, el sol estaba en pleno cenit y el clima cálido se prestaba para un recorrido placentero. El balneario de Cantolao tenía un perfil alegre y acogedor, sus calles desoladas evocaban un sosiego inspirador que a menudo hipnotiza a más de un visitante.

El mar se veía plagado de embarcaciones, lujosos yates y pequeños botes que se mecían al ritmo de la calmada marea que acariciaba la orilla pedregosa. Los pescadores, herederos de una ancestral actividad, realizaban sus labores cotidianas extrayendo las deliciosas especies marinas que luego de un extenuante trabajo ofrecen a los pobladores. Los botes en los cuales trabajan son rústicos, avejentados por el tiempo y la ardua faena. Pero son sus únicas herramientas de trabajo. Ellos son los que conocen mejor el mar y las historias que este guarda; se podría decir los mejores guías turísticos de la zona.

En el mar de La Punta todo confluye, el estatus marca la diferencia entre un asiduo pescador que pasea en su humilde lancha y un acomodado poblador que derrocha lujo con su ostentoso yate; ambos se encuentran en un mismo mar, comparten las mismas olas, pero no la misma clase social.

Los deportes no son ajenos a los vecinos de esta zona, se puede observar a distintas personas trotando alrededor del malecón, practicando vela, realizando un complejo y armónico remo, y hasta un inolvidable paseo en bote.
Los niños también son partícipes de ésta aventura, juegan y se divierten sanamente en una locación frente al mar, en donde las risas y gritos dan vida al lugar.


Entre los diferentes lugares que se pueden visitar está La Alameda de La Punta, zona ecológica en donde se encuentra una gran diversidad de aves, y en donde está prohibida la pesca. Aquí las personas disfrutan del paisaje en los distintos miradores, los cuales dan la apariencia de flotar en el agua, esta Alameda está rodeada de vegetación la cual es aprovechada para practicar deportes al aire libre y construir improvisados lugares en donde entrenan a sus mascotas.

La vista de este lugar se extiende hasta Chucuito, zona caracterizada por la infinidad de colores presentados en sus casas, y que a más de uno irradia alegría y energía

La Punta se describe en tres palabras: encanto, belleza y distracción, términos que identifican a este distrito. En ella se guarda algo más que historia, un legado de todas aquellas personas que vivieron y viven en ese encantador paisaje y que aún perdura a pesar de los años.